Aunque su diseño básico es clásico, la sofisticación de los motores eléctricos actuales reside en muchos detalles técnicos, como la chapa magnética utilizada. Es la que determina de manera significativa su rendimiento y eficiencia. Se demandan en especial calidades finales y de alto rendimiento. Desde el punto de vista de la aplicación eficiente en el estator del accionamiento eléctrico de un automóvil de batería, la calidad NO 20 ha demostrado ser una variante ventajosa para la electromovilidad.
Hay muchos argumentos a favor del uso de calidades de chapa magnética especialmente finas en los accionamientos de los automóviles electrificados: por ejemplo, el logro de un diseño compacto. Por lo general, solo hay un espacio limitado disponible para el motor eléctrico. Sobre todo en los vehículos híbridos, en los que el motor eléctrico está situado entre el motor de combustión y la transmisión o está integrado en el accionamiento por correa en lugar del motor de arranque.
No obstante, al mismo tiempo, el fleje fino debe ser muy resistente para soportar las fuerzas centrífugas a velocidades de hasta 20.000 rpm. Norbert Brachthäuser, responsable de chapa magnética en Tecnología de Materiales de Waelzholz, explica: «Incluso nuestra chapa magnética final NO 20, con un grosor nominal de 0,20 milímetros, se produce en una versión de alta resistencia con un límite elástico Rp0,2 de 500 MPa manteniendo las buenas propiedades electromagnéticas. De este modo, ofrecemos a nuestros clientes la certeza de que el material resistirá de forma fiable las fuerzas que se producen incluso en zonas que sufren mucha carga, como barras delgadas o los dientes del rotor».
Es especialmente importante que el grosor de la chapa magnética determina de forma significativa la potencia y la eficiencia del motor eléctrico. Esto se relaciona principalmente con las pérdidas específicas magnéticas. Durante el funcionamiento del motor eléctrico, la polaridad de la chapa magnética del rotor cambia a una frecuencia muy alta. Para el especialista en chapa magnética Brachthäuser, «en el curso de la remagnetización, parte de la energía suministrada se pierde en forma de calor. Estas pérdidas se potencian con el aumento del espesor de la chapa magnética. Por tanto, cada centésima de milímetro de material para que sea más fino cuenta». Las calidades finas como el NO 20 consumen menos energía y, por tanto, aumentan la autonomía de los vehículos eléctricos de batería.