El corte fino es un método de corte muy solicitado para el fleje de acero laminado en frío cuando lo principal es obtener unas superficies de corte lisas. Sin embargo, si se necesita para el producto final un grosor de material considerable, el corte fino plantea unas exigencias muy particulares al fleje de acero empleado, cuya microestructura debe presentar una formación elevada y uniforme de los carburos en toda su sección transversal para que se puedan realizar cortes sin desgarros. Esto requiere un ingenioso proceso de laminado y recocido. Además, el material previo correspondientemente grueso demanda unas fuerzas de laminado extremadamente altas como las que permiten los trenes de laminación de Waelzholz especialmente diseñados para ello.
Corte fino óptimo: fleje de acero laminado en frío de hasta 12,5 mm de grosor
Muchos componentes relevantes para la seguridad o sometidos a grandes esfuerzos en automóviles y otros productos industriales están fabricados con componentes macizos para que puedan soportar las elevadas exigencias a las que se ven sometidos. Por ejemplo, el trinquete de estacionamiento de las cajas de cambios automáticas de los vehículos o las muñequillas del cigüeñal de las motosierras, que transfieren la potencia de la biela al cigüeñal. El mecanizado de bloques de acero macizo es el proceso clásico que se emplea para fabricar este tipo de productos, pero es muy costoso e implica un elevado consumo de energía y chatarra. Una alternativa eficiente en este sentido es el corte fino de fleje de acero con grandes grosores de material. Gracias a sus décadas de experiencia, Waelzholz produce con máxima precisión calidades de fleje de acero con hasta 12,5 mm de grosor aptas para ello y que exigen una capacidad de fabricación muy especial.
El desafío del grosor del material: fleje de acero de hasta 12,5 mm de grosor
Para producir flejes de acero laminados en frío, se debe eliminar al menos el 25 por ciento del espesor original del material primario. Por ejemplo, si para el producto final se necesita un grosor de material de 10 mm, el material previo debe tener un grosor por encima de los 13 mm. Matthias Nagel, responsable de control de calidad en la fábrica de Waelzholz en Plettenberg, Alemania describe así el reto: «Conforme aumenta el grosor del material previo, se incrementan exponencialmente las fuerzas de laminado necesarias. En nuestro amplio parque de maquinaria contamos con trenes de laminación especialmente diseñados para los retos que plantean los flejes gruesos. Nuestras instalaciones son capaces de aplicar una fuerza de laminado de hasta 900 toneladas». Pero no solo el tren de laminación debe estar preparado para el grosor de material especial, como añade Nagel: «Anteriormente, los grosores de material grandes, en torno a los 10 mm, solo se producían en forma de láminas debido a que no se podían enrollar. Actualmente, contamos con instalaciones de bobinado especiales que nos permiten enrollar fleje de acero de hasta 12,5 mm de grosor formando una bobina». En comparación con las láminas, la forma de bobina les permite a los clientes de Waelzholz una eficiencia mucho mayor a la hora de procesar el material.